OPERACIÓN CON PRK Y LASEK EN MURCIA

En la operación con técnicas de superficie PRK y Lasek, el procedimiento sigue estos pasos:
1. Se despega con cuidado el epitelio corneal, la capa superficial de la córnea, utilizando una solución especial de alcohol. A diferencia del Lasik, en este caso no se crea un flap corneal.
2. Se aplica el láser Excímer para remodelar la curvatura de la córnea y corregir las dioptrías asociadas a problemas refractivos como la miopía, hipermetropía y astigmatismo.
3. El oftalmólogo coloca nuevamente el epitelio en su posición original (en el caso de la técnica Lasek, no si se aplica la técnica PRK) y coloca una lente de contacto terapéutica de protección en el ojo, que el paciente llevará durante varios días.

Durante la primera consulta preoperatoria, el oftalmólogo evalúa diversos aspectos, como el problema visual del paciente, su graduación en dioptrías, el estado de la córnea y el fondo de ojo. Además, se tienen en cuenta antecedentes familiares, criterios personales (como estilo de vida y ocupación) y otros factores relevantes. Con base en esta información, el médico toma una decisión personalizada sobre el tratamiento más adecuado para cada individuo y cada ojo.

La principal diferencia técnica entre estos procedimientos radica en el enfoque quirúrgico:
1. En el caso de la técnica Lasik, se crea un fino colgajo de tejido corneal, se aplica el láser y luego se restablece el colgajo sin necesidad de puntos.
2. En las técnicas de superficie PRK y Lasek, se elimina el epitelio corneal utilizando una solución alcohólica antes de aplicar el láser. Luego, se coloca una lente de contacto terapéutica para proteger la superficie tratada.
La elección entre estas técnicas se basa en las características oculares del paciente y otras evaluaciones realizadas por el oftalmólogo durante la primera consulta preoperatoria.

Ambas técnicas persiguen el mismo objetivo: corregir los problemas refractivos para liberar al paciente de la dependencia de gafas y lentillas. En ambas modalidades, se emplea un láser, comúnmente de tipo Excímer, para modificar la forma de la córnea y corregir los trastornos visuales. Los resultados a medio plazo obtenidos con ambas alternativas son igualmente satisfactorios.

No es apropiado calificar una de estas técnicas como superior a la otra, ya que cada una se aplica en situaciones específicas. Ambas técnicas siguen siendo opciones válidas y brindan resultados sobresalientes en sus respectivos contextos.

La anestesia utilizada en una operación con PRK y Lasek consiste en la aplicación de unas gotas de colirio directamente en el globo ocular. Esto adormece la zona a tratar y provoca una pérdida temporal de sensibilidad en la misma, lo que a su vez reduce la sensación de molestia experimentada por el paciente.

Ambos procedimientos, tanto la operación con PRK como con Lasek, pueden durar aproximadamente unos 10 minutos en total, incluyendo la cirugía, la preparación del paciente y las explicaciones detalladas del oftalmólogo. Tras la cirugía, el paciente deberá completar un breve periodo de descanso en la clínica oftalmológica antes de regresar a su hogar.

Tras una cirugía con técnicas de superficie PRK y Lasek, el paciente podrá abandonar la clínica por sí mismo, aunque sus ojos pueden estar levemente irritados y con lágrimas. Es posible que sienta molestias y, para facilitar la cicatrización del epitelio, llevará una lente de contacto terapéutica.
Al día siguiente, el paciente experimentará una mejora en su visión, y, dependiendo del tipo y magnitud del defecto corregido, su recuperación visual continuará progresando en los siguientes días. Sin embargo, la mejora más significativa ocurrirá después de retirar la lente de contacto durante una revisión en la clínica. Como es común en la mayoría de las operaciones, con el tiempo, el paciente experimentará una recuperación visual adecuada a su situación específica.

Después de completar la cirugía PRK o Lasek, se coloca una lente de contacto terapéutica que funciona como un apósito para aliviar las molestias en la córnea tratada sin epitelio durante un período de 5-7 días.
La recuperación tras una operación con PRK o Lasek, generalmente lleva más tiempo que en una operación con Lasik. Es probable sentir molestias durante las primeras 48 horas. Dado que no se requieren incisiones, estas técnicas permiten a los pacientes volver a su rutina normal en pocos días.